miércoles, 6 de abril de 2011

Listening to you I get the music

Tendría ocho años cuando vi Tommy, la ópera rock de The Who. Unos vecinos mayores que yo -en un gesto milagroso, porque solían evitar estar conmigo- me dejaron ver la película que tenían en Betamax. Supongo que fue allí cuando escuché See me Feel me por primera vez, pero no estoy seguro. Será porque en ese momento el rock era poco más que ruido para mí: a esa edad la única referencia que tenía era la música clásica que sonaba en casa, el discomusic y, por supuesto, Vicky el vikingo. 
De la peli solo tengo muy grabados en la memoria a Tina Turner haciendo un papelazo como Acid Queen y a Roger Daltrey atravesando el espejo, antes de caer al agua y retornar a la realidad de forma milagrosa y gimnástica. Soñé muchas veces con esa escena, y ahora que la he vuelto a ver me parece incluso risible. Claro, eran nebulosas de niño.
Como sea: la escuché con más detenimiento cuando compré el disco, hará unos 15 años, y no generó una emoción exagerada. El álbum era bueno para su época, y lo sigue siendo. Cómo no. Pero esta banda llegó a hacer cosas mucho más interesantes. Si no lo creen, escuchen Who's Next y después hablamos.
See Me Feel Me fue escrita por Peter Townshend como consecuencia de ciertas inquietudes espirituales y su cercanía con Meher Baba, a quien muchos consideraron el avatar -o reencarnación de Vishnú- de esta era, sea lo que sea que signifique eso. Y si es que seguimos todavía en esa misma era.
Bueno. Cero distracciones. Volvamos al tema: muchos años después, una noche cualquiera, un desocupado amigo puso en Facebook una versión de esta canción, y este desocupado lector actuó en consecuencia e hizo clic:


Quedé subyugado. A partir de ese clic, cualquier duda sobre la pertinencia de este tema quedó atrás. No solo porque la interpretación de Daltrey es soberbia, enorme, demuestra que posee una escena imbatible y es una de las mejores voces del rock de todos los tiempos. O porque la violencia de la guitarra de Townshend exuda electricidad y un virtuosismo poco común; o porque el toque fantástico a glam muestra a un Keith Moon amo y señor de la batería -completamente consciente, además, que no era tan común- mientras, al fondo, discreto, sosteniendo el esqueleto de toda esa locura, está el bajo inacabable de John Entwistle. 
Esta canción cuenta, además, con la magia y la atmósfera de un momento irrepetible: fue interpretada en la madrugada del 17 de agosto de 1969 en Woodstock frente a medio millón de personas, justo cuando el sol comenzaba a despuntar detrás del escenario.

Imagínense la escena.

En muy pocas ocasiones he querido trasladarme al pasado, pero en este caso daría lo que fuese por haber estado frente a esa tarima de madera, desenfrenado como ellos, viéndolos tocar este temazo. 
Pura piel de gallina.


Canciones de este calibre integrarán xtéreo. No habrá estilos preestablecidos ni horarios. Solo muchas historias.


Un millón de gracias, Madar, por el nombre. 

2 comentarios:

  1. Realmente The Who es uno de esos grupos que uno escucha sus temas y los vuelve a escuchar, y los continúa escuchando. Coincido contigo, también hubiese querido estar al frente de esa tarima, esa madrugada oyendo See me, Feel me. Hubiésemos dido dos con la piel de gallina...que aún hoy se me pone al verla y oirla

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  2. Xoan excelente,un gran acierto para iniciar el blog,gracias por permitirme reencontrarme con esos momentos maravillosos

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